El tándem le dijo al Sol “¡por fin nos acompañas!”. El Sol contestó “no lo he hecho antes porque no me despertabais ningún interés”. “¿Y ahora si?”, replicó molesto el tándem. “Empezaba ya a sentir cierta curiosidad por saber quiénes eran esos dos que se empeñan en encender ilusiones” dijo el Sol. “Y ahora que los conoces, ¿nos acompañarás hasta el final?” preguntó anhelante el tándem. El Sol contestó de nuevo: “No sólo depende de mí. Es fácil iniciar un fuego, lo difícil es mantenerlo con la llama viva”. Y el tándem calló pensativo.
09 agosto 2010
127 kilómetros. 6 horas y 26 minutos
JL:
Cien kilómetros monótonos y llanos siguiendo la orilla derecha del río Rodano dan para pensar mucho. De vez en cuando algo te saca de tus cavilaciones. Así han transcurrido cuatro horas de viajero bajo el Sol, con los sentidos continuamente abriéndose y cerrándose entre la concentración y la observación. La mirada exterior te muestra lugares que probablemente no volverás a visitar y urge a apresar en tu memoria tanto como puedes. Bajo el esfuerzo físico extremo, la mirada interior te revela cada día cosas nuevas acerca de ti mismo. Además a cada instante el sistema propioceptivo te habla sobre la tensión de tus músculos y el ritmo cardiaco. Es imposible estar más vivo.
Hoy saliamos de Vienne, ciudad cuya fundación se remonta al siglo III a.c., por lo que su patrimonio histórico es extenso. Ha crecido siguiendo el río y los barrios nuevos gozan de estupendas zonas verdes junto a él. A medio día hemos comido en Tournon, más o menos en el ecuador de la etapa. Otros días hemos comido en el banco de una parque con una bolsa de supermercado. Hoy nos apetecía hacerlo decentemente. El menú era caro y escaso, sin embargo con la tabla de quesos se han redimido. No os perdáis la foto.
Por la tarde nos hemos cruzado con otro tándem que remontaba el río. Nos hubiera gustado parar, conocerlos, tomar algunas fotos, …… , pero en ese momento Iván y yo rodábamos a 40 kms/hora y el cruce ha sido muy rápido.
El final de etapa en Privas implicaba apartarse del rió hacia el oeste para recorrer 27 kilómetros que se adentran en un sistema montañoso. La población se encuentra a mitad ascensión de un largo puerto de montaña que mañana a primera hora terminaremos de culminar a 850 metros. Hemos tenido suerte, porque pocos minutos después de nuestra llegada se ha desatado una bonita tormenta de verano. Los próximos cuatro días, hasta que crucemos los Pirineos, tendremos muchos pasos de montaña por lo que no será la única tormenta que veamos. Espero verlas bajo techo.
Creo que la principal noticia del día ha sido que mi compañero Iván por fin se ha decidido a afeitarse después de un mes sin hacerlo. Ahí va la prueba.
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Yo creo que el Sol os acompaña siempre, aunque esté escondido tras las nubes o se moje con la lluvia.
Hoy tengo que agradecer a ese Sol por las fotos que nos ha dejado: PRECIOSOS CISNES y vaya brillo tiene el agua de ese lago! Del queso, lo resumo en una palabra: FLIPANTE! Joer, qué pinnnnnnnta tienen todos, estoy babeando!
Aprovechad estos últimos días por la France y no dejéis de sentiros VIVOS! La vida y acariciar lo mejor de ella es todo un regalo que no puede desperdiciarse.
Si es que sois unos champiñones de los gordos! Oleeeee! Dadle fuerte a Paco!!!!
Jolin menuda bandeja de quesos!!!! que rico!! Como se nota que el solecito hace que esteis más animados que con la lluvia... Venga que ya estais casi en casa!!
Otro bonito cuento, nos sirvirá para dormir con una sonrisa. Es verdad el sol no siempre se ve, pero siempre está ahí, sólo hay que querer verlo incluso bajo la lluvia. Está para nosostros, para animarnos en nuesto camino sea este en tandem, viviendo la vida o intentando luchar contra una enfermedad, el sol nos llena de energía y de alegría, apacigua, nos reconforta y sobre todo las cosas nos parecen mejores. Animo que a partir de ahora tendréis todo el sol del mundo en vuestro camino, os dará calor pero tambien esperanza y una bonita llegada.
Bautista 1 grande y 2 pequeñitos