02 agosto 2010
JL:
124 km, 8 horas 3 minutos.
A primera hora descubro mis gafas de sol rotas. Solución: gafas de sol de 10.93 € en una gasolinera (malas con ganas). A continuación comprobamos que la rueda trasera está presenta algunas pequeñas rajas. Solución: desmontamos y cambiamos. Seguidamente, al buscar recambios, vemos que se equivocaron en la tienda de bicis y nos vendieron dos cubiertas de 23 pulgadas en vez de 25, que son las que utilizamos. Solución: Buscar donde comprar otras más adelante. También vemos que las cadenas están algo secas, y hay que remediarlo para evitar una rotura. Solución: ir a una gasolinera a limpiar y engrasar. Camino de la gasolinera se nos pone a llover, primer remojón del día. Solución: poner buena cara y cantar bajo la lluvia. Ya empezamos a caminar bajo ella con naturalidad, como hacen las bestias. Medio día a eso de las 15:00, segundo remojón de la jornada. No nos ponemos ni el chubasquero. Saltamos en el tiempo, llegada a destino por la noche: localidad Neuhof. Tenemos reserva en el hotel Gasthof. Bien, pues quiso el diablo que hubiera dos hoteles con el mismo nombre. Uno moderno, encantador, construcción típica, wireless y desayuno buffet que quita el hipo, en el cuál teníamos reserva. El otro sin nada de todo esto, roñoso, y con una cocina en la cual sería feliz Freddy Krueger. Adivinad en cuál nos hemos metido por error. Y encima nos pasarán los gastos del otro por no aparecer. Además al no tener conexión a internet no podemos ver la ruta de mañana ni cargarla en el GPS de modo que tendremos que ir con un mapa de papel en la mano, a la antigua usanza.
¿Nos vamos a poner de mal humor?. Para qué, ni pensarlo. Y eso que la etapa ha empezado con viento moderado en contra desde el minuto cero. Nos hemos levantado a las 7:00 y con tanta incidencia hemos empezado a rodar cerca de las 11:00, con lo que la llegada a destino ha sido a las 21:04. Nada mal si tenemos en cuenta que el sol se ponía a las 21:08. Nos ha costado mucho esfuerzo, tanto es así que a tan sólo 8 kilómetros antes de llegar nos ha tocado parar a cenar. O comíamos algo o no llegábamos, no quedaban golpes de pedal en las piernas, estábamos vacíos. Ensalada, pescado y patatas en veinte minutos y corriendo para que no se hiciera de noche.
Todo ello ha valido la pena pues hemos pasado por sitios interesantes.
En primer lugar la ruta atravesaba dos espacios naturales: el Nationalpark Hainrich y la Biosphärenreservat Rhön. Ya que no pasamos lejos de la ciudad natal del poeta y científico alemán J.W. Goethe (Frankfurt am Main) no viene mal recordar su consejo para mejor disfrutar del paisaje:
“Al contemplar la Naturaleza
No perdáis nunca de vista
ni el conjunto ni el detalle
que en su vastedad magnífica
nada está dentro ni fuera;
y por rara maravilla
anverso y reverso son
en ella una cosa misma.
De este modo, ciertamente,
aprenderéis en seguida
este sagrado secreto
que miles de voces publican”
En segundo lugar hoy hemos cruzado la antigua línea que separaba las dos “alemanias” hasta 1989. Resulta curioso ver las viejas torres de vigilancia, pero que nadie olvide avergonzarse mientras las visita o no habremos aprendido nada.
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Qué resalao todo!! Magníficos contrastes blanco/verde, y todo eso para alimentaros las almas, alegraros el espíritu y cantar bajo la lluvia! Claro que sí!
JL, busca unas nuevas gafas para llenar vuestro esfuerzo de experiencias únicas, que con esas lupas te lo vas a perder todo!
En cuanto al mapa, pensad que gracias a la cartografía a la antigua usanza el ser humano ha sido capaz de llegar a grandes luegares, incluso a descubrir América, así que vosotros no seréis menos! Hermanos Pinzón, venga, brújula en mano y a conquistar Europa (por supuesto, pacíficamente y contra el cáncer), qué sois unos ENORMES supervivientes!
jajjajaj, esto parece una entrega por capítulos y cada cual mejor. Imagino vuestras caras a medida que os sucedía todo lo que contais, no os sofoqueis, aunque ahora os fastidie cuando regreseis y conteis el viaje os reireis contando estas anécdotas... humor nos os falta y por lo que veo estais poniendo al mal tiempo buena cara. Enhorabuena porque eso es muy dificil.