JL: La Mallorca 312 es una prueba cicloturística de larga distancia no apta para cualquier aficionado. Se trata de 312 kilómetros (todo el perímetro de la Isla de Mallorca) con un desnivel acumulado de 4.300 metros, que atraviesa longitudinalmente la Sierra de Tramontana de extremo a extremo y que debe cubrirse en un tiempo máximo de 14 horas.
Esta es la primera edición y ya contaron con alrededor de 130 participantes, incluyendo a cuatro corredores entre profesionales y ex profesionales. Bravo por la organización (
Xisco Literas y compañía), todo estuvo magnífico y seguro que a lo largo de los próximos años la perfeccionaréis hasta convertirla en una de las más prestigiosas pruebas del calendario internacional. Tenéis todos los ingredientes para ello, en especial un recorrido precioso entre bosques, acantilados y pueblos pintorescos.
Algunos datos hablan por sí mismos de la dureza de la prueba. Sólo 70 corredores finalizaron la vuelta, con una tasa de abandono cercana al 50%. Un pelotón ya absolutamente roto a los 25 kilómetros de la salida. Varias caídas en los descensos. Un ganador que necesitó más de 10 horas de pedaleo consiguiendo una media de tan sólo 30,6 kms/hr, siendo el único en alcanzar los 30 kms/hr de promedio. Algunos corredores profesionales, algo faltos de forma, no pasaron de los 23 kms/hr de media. El segundo corredor llegó a 12 minutos del primero, y el resto con diferencias astronómicas.
La participación de Iván y mía significaba la presencia del único tándem en la línea de salida y fue pensada como entrenamiento para preparar el reto “Europa en Tandem”. Por supuesto también asistíamos como representación de nuestra empresa Record Go, que era una de las firmas patrocinadoras del evento, aportando todos los coches de alquiler que la celebración del mismo necesitó.
Siendo el único tándem participante, y sabedores de nuestro reto solidario, la Organización nos asignó un dorsal honorífico: el 311, además de regalarnos las inscripciones y otros detalles de generosidad.
Iván y yo afrontábamos la prueba con una filosofía de “finishers” total. Sin embargo no pudo ser. Aproximadamente en el kilómetro 128 cuando ya llevábamos 3.800 de los 4.300 metros de desnivel, cuando estábamos a punto de salir del laberinto de curvas, subidas y bajadas de la sierra apareció el “tío del mazo”, y lo hizo sin piedad. Los 128 kilómetros por el interior de la Sierra Tramontana en bici fueron una trampa para el tándem.
Pensábamos que lo conseguiríamos pues habíamos recorrido la parte más dura con una media de 19.8 kms/hr., y nos quedaban sólo los 180 kilómetros finales por la zona llana de la Isla. Pero lo que no me quedaban eran fuerzas. Pretender acabar con éxito una prueba así tras una noche anterior de dolencias estomacales y apenas 4 horas de sueño, que me habían dejado mermado ya desde la salida, era una fantasía. Con toda la rabia de saber que en circunstancias normales este reto hubiera sido posible y después de comentarlo con mi compañero, hubo que bajarse de la bici. Había que evitar complicaciones innecesarias y nuestro verdadero reto está a la vuelta de la esquina (restan tan sólo 30 días para la salida de Cabo Norte), puesto que nos arriesgábamos a que IVAN sufriera algún tipo de lesión por el sobreesfuerzo y que a mi me diera algún mal mayor por mi situación de cansancio extremo en ese momento.
Sin embargo, nos volvimos con la satisfacción de haberlo intentado, con el reconocimiento del resto de corredores que saben lo meritorio que es enfrentar este tipo de perfiles con una bici tándem, con otro duro entrenamiento cumplido que seguro ha contribuido para ponernos a punto, y con dos centenares de aficionados nuevos conocedores de nuestro proyecto solidario.
Conocimos a mucha gente. Entre ellos a Arturo Sintes (Presidente de la Federación de Ciclismo de Baleares), otro valiente que se subió a la bici. También conocimos a Antonio del Pino, Jefe de Pruebas de Bicicletas de la revista Ciclismo a Fondo. Antonio se nos acercó cuando vio el tándem. Estuvimos charlando durante los primeros kilómetros controlados y nos contó que en el pasado había competido con tándem con la ONCE, con muy buenos resultados por cierto.
Desde luego, con lo que nos quedamos con las ganas fue de poder saborear la llegada a meta. Por eso pensamos que alguien o algo ha confabulado para que tengamos que volver la próxima edición, el próximo 14 de mayo de 2011, para volver a saborear la Sierra de Tramontana de Mallorca sobre las dos ruedas. Magnífico paraíso de ciclistas de toda Europa.
Un saludo a todos, y muchas gracias por todos los ánimos recibidos. ¡Así da gusto!
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El año que viene tenéis que volver a intentarlo. no hará tanto calor puesto que se hará a mediados de mayo.
suerte en vuestro reto!
Soy uno de los bandera verde !! y todos disfrutamos de vuestra compañia aunque haciendo bromas !!!!! enhorabuena porque solo uno que haya probado un tandem sabe lo que cuesta subir tanto desnivel...
Hola gente!
Gran Tramontana, tan bonita como dura para un ciclista, y encima el tándem en subida se clava al asfalto que no veas. La rabia es que si hubiéramos superado el último puerto que quedaba, en el restante en llano nos recuperábamos y podíamos intentar con expectativas la vuelta completa de 312. Pero bueno, no se puede aguantar una pajarraca que llevábamos desde hacía 30 km, con otro puerto a la vista y 180 km para la meta. Nos hubiéramos lesionado y el reto gordo lo tenemos en un mes.
¡Vaya cracks sois cada uno de los participantes y la organización! Increíble reto nos han montado en Mallorca. Tenemos una espinita clavada... habrá que sacarla el próximo 14 de mayo!