Iván: hacía tiempo que quería escribir este post, lo que pasa es que entre pitos y flautas lo he ido dejando, y esta ha sido la primera salida después del parón para recuperar el tendón de la rodilla. Lo cierto es que fueron unos 80km de verdadero disfrute y placer por los lindes del embalse Sitjar, al cual decidí darle más de una vuelta, teniendo en cuenta la temperatura que teniamos ese día, y lo maravilloso de las vistas, sobretodo con la altura del agua con la que el embalse contaba.

Si os fijáis en la foto, detrás de mi está el pueblo de Ribesalbes, viendo como entra el embalse en sus calles y la inexistencia de la cascada que habitualmente queda en uno de los laterales, se puede apreciar la cantidad de vida que el pantano alberga estos días, con las lluvias, nieve, y frío que tanto me han ido incomodando en estás últimas semanas para los entrenamientos. Pero bueno, como aquí se demuestra, no hay mal que por bien no venga.